DONDE ESTÁ DIOS HAY PLENITUD ,DICHA Y FELICIDAD.
Todas las personas pueden encontrar un estado de conciencia si toman tiempo para estar en quietud y buscar en su interior.
DIOS Mora dentro de ti, deja de buscar fuera. No persigas quimeras y halla respuestas en lo profundo de tu ser.
De nada sirve saber esto solo en teoría. Elige plenamente ser consciente de su divina presencia.
Todo fluye en paz si lo invitas a compartir todo contigo.
Medita y en calma y silencio escucha su voz divina, amorosa y silenciosa.
Ámalo y siéntetelo cada vez más cerca de ti. Siente esa unidad, el milagro de estar en perfecta paz.
Él habita en lo profundo de ti .
Al ser consciente de tu unidad con lo divino, tu vida cambia de inmediato.
El principal efecto del despertar de la consciencia es que caen los velos ilusorios que nos impiden darnos cuenta de quiénes verdaderamente somos. Gracias a la experiencia de la iluminación descubrimos que nuestra auténtica identidad es inmanente y trascendente.
En este sentido, no somos nuestro título universitario. Se trata de un trozo de papel con sellos y firmas. Lo podemos romper y seguiríamos siendo los mismos. Tampoco somos nuestro trabajo ni nuestro cargo profesional. En cualquier momento nos podemos dedicar a otra cosa. No somos el dinero que tenemos en nuestra cuenta corriente ni nuestras posesiones materiales. De un día para el otro lo podemos perder todo. No somos la imagen que los demás tienen de nosotros. Su percepción es subjetiva y tiene que ver con ellos. Tampoco somos nuestro nombre. De hecho, lo podemos cambiar cuando queramos, cambiando incluso el que aparece en nuestro documento nacional de identidad.
No somos nuestro cuerpo ni nuestra apariencia física. Es el vehículo que utilizamos para movernos por la vida y experimentarla. Además, en caso de amputación de algún miembro o de parálisis total seguimos existiendo y siendo nosotros. No somos nuestra mente. Se trata de un instrumento increíble que si sabemos utilizar nos ayuda a cocrear una vida extraordinaria. Y lo cierto es que cuando estamos muy relajados, conectados y presentes desaparece. No somos nuestras creencias. Las podemos cuestionar y modificar en cualquier momento. Tampoco somos nuestros pensamientos. Estos surgen espontáneamente. Las historias que nos contamos son solo eso: historias. Pura ficción. No somos nuestras emociones, nuestros sentimientos ni nuestros estados de ánimo. Todos ellos son pasajeros. Tal como vienen, se van.
RECUERDA LA MEJOR IGLESIA DE DIOS ESTÁ DENTRO DE TI.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario