Frases del inspirado filósofo griego Tales de Mileto, 624-546 a.C. Fue matemático y geómetra.
- La cosa más difícil es conocernos a nosotros mismos; la más fácil es hablar mal de los demás.
- La felicidad del cuerpo se funda en la salud; la del entendimiento, en el saber.
- Lo más grande es el espacio que lo encierra todo. Lo más hermoso es el mundo, que es obra de Dios.
- Busca siempre un quehacer; cuando lo tengas, no pienses en otra cosa que en hacerlo bien.
- Cuida tus palabras; que ellas no levanten un muro entre ti y los que viven contigo.
- ¿Quién es feliz? El que tiene un cuerpo sano, se cubre con la paz de la mente y cultiva sus talentos.
- Aquel que es sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Eres una persona luminosa cuando te amas, amas a Dios, y de verdad amas a todos.
Eres un alma luminosa cuando eres amoroso, bondadoso, afectuoso, generoso y cariñoso.
Eres esplendoroso, precioso y poderoso, al amar con dedicación, compasión, comprensión y pasión.
¡Qué rico que todos se llenen de alborozo cuando llegas, y sientan algo de tristeza cuando te vas!
Es fantástico ser un faro para muchos. Otros ya lo han sido, y lo son aún contigo.
En La Biblia se lee que el apóstol Pedro habla así de Jesús: “Él pasó haciendo el bien”.
¡Wau, maravilloso! Esa es la misión de amor para ti y todos: pasar haciendo el bien.
Un joven desubicado fue donde un sabio hombre que atendía a la gente debajo de un añoso roble.
Se acercó, hizo una reverencia y le dijo: Dicen que nacimos para ser felices, ¿dónde está la felicidad?
El sabio lo escuchó con amor y le dijo suavemente: Regresa mañana temprano, acá te espero.
El joven volvió y no había nadie, se puso a esperar, pero el sabio no aparecía.
Se le ocurrió sentarse debajo del árbol y, estando ahí, llegó un hombre y le consultó sobre la felicidad.
El joven se vio dando respuestas que le llegaban a la mente y el visitante asentía mientras oía:
La felicidad nunca está afuera, nace del amor y de sintonizar con Dios. Que no dependa de nada externo.
El joven miró bien y vio que el visitante era el sabio disfrazado. Aprendió que las respuestas están adentro.
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